Crean investigadores nicolaitas combustible para automóviles no contaminante

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Morelia, Michoacán a 10 de diciembre de 2015.- A partir del bagazo del agave tequilero y mezcalero -que regularmente es de desecho- investigadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo descubrieron un bioetanol utilizable para combustible alternativo a la gasolina en vehículos automotores. En la propuesta nicolaita para reducir la contaminación participan el Instituto Tecnológico de Celaya y la Universidad de Guanajuato.

El proyecto inició hace tres años, explicó el investigador adscrito al Posgrado de Ingeniería Química de la Casa de Hidalgo, Agustín Jaime Castro Montoya, con el financiamiento de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y el seguimiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), luego de ganar un concurso emitido por dicha instancia federal, en la búsqueda de incentivar la investigación en tecnología para fabricar combustibles no contaminantes.

Explicó que hasta ese momento la mayor parte de biocombustibles en México se han elaborado a partir de la caña de azúcar y del maíz, sin embargo, ambos productos son prioritarios para la alimentación, por lo que no puede destinarse a la producción a nivel industrial de biocombustible sin poner en riesgo la seguridad alimentaria.

En presencia del rector de la Universidad Michoacana, Medardo Serna González; del secretario académico de la Casa de Hidalgo, Jaime Espino Valencia; y de la directora de la Facultad de Ingeniería Química, María del Carmen Chávez Parga, el también responsable global del proyecto SAGARPA-Conacyt 174560, explicó que la planta piloto implica el inicio de una tecnología nueva para la producción de etanol a partir del aprovechamiento integral del jugo y biomasa sólida del agave tequilero para transformarlo en bioetanol.

Esta planta, formada por los siguientes equipos: transportador y molino de cuchillas, separador mecánico, reactor de pretratamiento e hidrólisis, fermentador y columna de destilación, caldera, compresor de aire, tablero de control, tanques de almacenamiento y bombas, ha sido capaz de producir el biocombustible que durante su presentación fue probado en un automóvil con éxito y sin daño alguno para el vehículo.

La trascendencia de este descubrimiento, dijo Castro Montoya, estriba en la posibilidad de utilizar esta materia orgánica producida como un desecho de la fabricación de tequila y mezcal, para la producción de un sustituto de la gasolina, no contaminante, cuya producción beneficiaría al sector rural dedicado al cultivo del agave, dando un valor agregado a la planta, lo cual mejoraría la situación económica de este sector.

Además, de interesarse el sector empresarial en su producción masiva, podría comercializarse a un precio que oscila en los 10 pesos por litro y contribuiría enormemente a mitigar los efectos del cambio climático, lo cual es un rubro prioritario para el gobierno mexicano.

Presentes en la demostración de la planta y el funcionamiento del biocombustible en un automóvil convencional, los responsables técnicos del Instituto Tecnológico de Celaya, Eleazar Máximo Escamilla Silva y de la Universidad de Guanajuato, Salvador Hernández Castro, coincidieron al señalar que aún quedan algunos puntos por resolver antes de iniciar una producción a nivel industrial, como lo es el uso de la enzima reactiva para su fabricación, que hoy se importa, lo cual encarece el costo final.

Los investigadores vislumbran que el siguiente paso, luego de las pruebas de operación en la planta piloto, sería lograr el interés de la industria tequilera para invertir en la producción de biocombustible, como parte del proceso en la elaboración de esta bebida tradicional mexicana, aportando valor agregado al agave producido en el medio rural y haciendo realidad lo que hace tan sólo una década era ficción al pensar que la gasolina era el único medio para el funcionamiento de vehículos automotores.

Tanto el rector Medardo Serna González, como el gerente estatal del Fideicomiso de Riesgo Compartido (FIRCO), Martín Guadalupe Ceja Moreno, opinaron que es necesario investigar más, atreverse a presentar proyectos en busca de energía renovable, promover entre los alumnos el interés por la investigación de nueva tecnología, original y adecuada a la realidad social del país, ya que las acciones para mitigar los efectos del cambio climático no pueden esperar.

Es a través de la investigación interinstitucional, con el respaldo financiero de los gobiernos, como puede innovarse en materia de tecnología en el campo de la energía renovable, sea eólica, térmica o de materia orgánica no contaminante, concluyeron.

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