Morelia, Mich., 10 de octubre del 2013.- En el marco del XCVI Aniversario de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, tuvo lugar en el auditorio de la Facultad de Química la conferencia “La Universidad en los años 60”, dictada por el Secretario de Cultura y ex rector de la Máxima Casa de Estudios, Marco Antonio Aguilar Cortés.
Ante la presencia del rector Salvador Jara Guerrero, quien agradeció su presencia y elogió su larga trayectoria de más de 40 años como docente nicolaita, el también ex presidente municipal de Morelia hizo un recuento de sus experiencias durante la década 1960-1970, en la vida universitaria.
Los sesentas, recordó, “eran épocas en que la universidad era el epicentro de la vida del estado: todo lo que pasaba dentro influía afuera. Todo el mundo político quería estar bien con la universidad. Era la institución de enseñanza superior en todo el estado y tenía prestigio en todo el país. Hoy sin que haya perdido prestigio, porque éste se lo damos nosotros, hay mucha competencia. Ya dejó de ser el factor político y de desarrollo económico de esa década”.
El gobernador del estado designaba al rector, la Universidad no era autónoma, sino una dependencia del gobierno del estado. Cuando se fundó la universidad el 15 de octubre de 1917, Pascual Ortiz Rubio mandató al Congreso el decreto de creación en donde se le daba la autonomía. Sin embargo al llegar al poder el grupo obregonista, representado en el estado por Francisco J. Múgica, se quitó la autonomía a la universidad.
“Un grupo de juristas decía que las universidades tenían que ser parte del gobierno, era natural, los que llegan al poder quieren manejar la educación, porque la educación forma la conciencia de los seres humanos”. La Universidad Michoacana fue el caldo de cultivo de muchos grupos ideológicos tanto de izquierda, como capitalistas, como un reflejo de la Guerra Fría que se vivía a nivel mundial entre Estados Unidos y Rusia.
En los años sesentas había pocos alumnos, en la Facultad de Derecho “eramos una sola sección, 67 en total. Ahora la facultad anda por encima de los 7 mil 500. Ha crecido el país enormemente y el estado también, pero ha crecido en cantidad, ha crecido por el crecimiento poblacional, lo cual no es malo, porque la mayor riqueza de México son los mexicanos, pero no como muchedumbre, sino preparados, que tengan su cerebro organizado y programado para resolver problemas. Lo que vale en el ser humano es su preparación: la calidad siempre vence a la cantidad”.
En esa década se dieron los dos movimientos más fuertes que ha tenido la UMSNH. En 1963, el primero, que convulsionó no sólo a Michoacán, sino al país: al inicio de la década el gobernador era David Franco Rodríguez, dejó crecer la oposición entre grupos de alumnos capitalistas y socialistas, los cuales llegaron a enfrentarse con violencia y tuvo que intervenir el ejército en la universidad.
Posteriormente, cuando gobernaba Agustín Arriaga Rivera, se suscitó por motivos ideológicos todo un movimiento interno para gestar la salida de la rectoría de Elí de Gortari y por otra parte subsistía en el interior de la casa de estudios otro movimiento para terminar con la corriente cardenista iniciada por el General Lázaro Cárdenas del Río. Nuevamente se dio una confrontación, salió de la rectoría Elí de Gortari y se instaló en las casas del estudiante la ideología socialista.
Finalmente, Aguilar Cortés concluyó que la modernidad es un concepto inacabado, que puede darse en cualquier momento de la historia y consiste en resolver los problemas en el presente, con un visión clara y completa de todas las opciones posibles eligiendo la mejor. Formuló votos para que la Universidad, ahora regida por Salvador Jara Guerrero, siempre mantenga ese rumbo de modernidad: “a sabiendas de que cuando se resuelve un problema se generan dos o tres, pero eso es lo normal, es síntoma de que se ha dado un paso hacia adelante; eludir los problemas es caer en el subdesarrollo”.
En el evento estuvieron también presentes el Director del Centro de Estudios sobre la Cultura Nicolaita, Sergio García Ávila; el Director de la Facultad de Ingeniería Química, Juan Ramón Romero Bucio, así como el Secretario de Difusión Cultural de la universidad Teodoro Barajas Rodríguez.
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