Actitud innovadora en investigación, debe caracterizar a los historiadores del mañana

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Morelia, Michoacán, a 11 de febrero de 2015.- A romper el mito respecto del relato de la Historia de México centralista y escribir desde Michoacán la historia del centro del país, fue la invitación a los alumnos de la Facultad de Historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), que hizo el reconocido historiador del Colegio de México, Luis Aboites Aguilar.

En su disertación, el académico afirmó categórico que el poder político del Estado mexicano es débil, para romper así con la teoría del presidencialismo y el poder centralista en nuestro país.

A lo largo de una vida de investigación, Luis Aboites narró cómo fue descubriendo que la Historia de México se ha escrito desde la capital del país o tomando como un referente central al Distrito Federal, cuando la mayor parte de sus regentes a través de la historia han sido provincianos. El cuestionar al poder centralizado, la idea del presidencialismo con el cual la mayoría de los mexicanos están conformes, “me ha traído problemas a lo largo de mis 40 años de estudio del tema, sin embargo yo creo que si ustedes como investigadores no se atreven a cuestionar la realidad, a verla y estudiarla desde otros puntos de vista, habrán perdido la posibilidad de aportar al México que les tocará vivir”, señaló.

Al sustentar su tesis sobre un poder de Estado débil en el México del siglo XX y XXI, el historiador se remontó a los esfuerzos que se hicieron desde el año de 1870 por darle poder a una autoridad central sin conseguirlo hasta la fecha.

Al concluir la Revolución Mexicana en 1921, añadió, el poder federal se limitaba al Distrito Federal y sus ciudades aledañas, el resto del país era conducido por los gobiernos estatales y municipales. El poder central buscó la manera de lograr un poder hegemónico del país a través de dos recursos: el uso del agua y el régimen tributario.

El primer intento consistió en declarar el agua como propiedad de la nación, la Federación se haría cargo de distribuirla y usarla. En los hechos y pese a las legislaciones al respecto, las entidades federativas, los municipios y agricultores no sólo desconocieron esta nueva ley, sino que los agricultores ni se enteraron de la existencia de la misma, “de acuerdo a sus usos y costumbres en los distritos de riego se siguió repartiendo el agua de forma tradicional como si fuera propia. Luego, a través de la creación de la Comisión Federal de Electricidad, se incursionó en todo el país con centrales hidroeléctricas, presas, surgió la Secretaría de Recursos Hidráulicos que pretendió también manejar la distribución del agua como una forma de poder político, sin éxito.

Al mismo tiempo, ocurrió un fenómeno demográfico en México, continuó el especialista, “en el que sin mediar la acción del gobierno, los mexicanos se trasladaron desde el norte hacia el centro del país (al igual que el movimiento de la Revolución Mexicana) y en un lapso de 100 años entre 1870 y 1970 México sufrió una impresionante industrialización, explosión demográfica y la hegemonía del poder político del PRI.

De esa misma forma, entre 1970 y 2010, los ciudadanos comenzaron a salir del centro del país para emigrar a los Estados Unidos. Tampoco fue un fenómeno que obedeciera al poder político, sino al poder económico, pasando a ser la población del Distrito Federal una de las sociedades más pobres del país.

En este punto el doctor Luis Aboites hizo un paréntesis para cuestionar al público sobre si el poder radica en leyes promulgadas, por más estrictas que sean, “la respuesta es que no importa lo escrito en papel si los ciudadanos no están dispuestos a obedecer, en los hechos, los grandes movimientos sociales de migración demuestran que el poder económico, el empresarial, es el que ha incidido en la historia de México”.

Por lo que toca al factor de crear impuestos para adquirir poder político, el investigador lo calificó de un segundo fracaso, “la creación del Impuesto Sobre la Renta (ISR), sólo logró que los gobiernos estatales basaran su presupuesto de egresos en las aportaciones federales sin crear impuestos locales, de esta forma hoy el gobierno de Michoacán gasta el 70{cd6f41b62a03b6abeca579a5712555ea4b35c8454ce7f744aca30be8ba86a3b7} de su presupuesto de recursos que le manda la Federación”.

“A partir de 1972, el Estado mexicano pretendió imponer nuevos impuestos, pero no pudo, los empresarios lo impidieron, para este punto eran y son ellos el verdadero poder de nuestro país”, afirmó contundente durante su conferencia realizada en el nuevo auditorio de la Facultad de Historia.

Actualmente, existe un arreglo político entre los gobiernos y los empresarios que son quienes verdaderamente rigen al país. Esta conclusión, dijo, “no la obtuve a través de los libros de Historia, misma que cuenta los hechos desde el centro del país, recurrí a la Geografía, a la Antropología para crear nuevos escenarios y entender mejor la realidad. La historia de la Ciudad de México es el resultado de quienes intervinieron desde fuera en ella”.

“A ustedes les tocará vivir otro México y para prepararse a ello, necesitan como historiadores encontrar nuevas vías, preguntar e investigar sin temor, tendrán que tener más lucidez sobre el pasado para prevenir el futuro”, concluyó el historiador del Colegio de México”.

Luis Aboites Aguilar es un referente intelectual en los estudios de los usos del agua en México, fenómeno que ha estudiado desde hace 40 años, es doctor en Historia por El Colegio de México, donde es profesor investigador SNI III del Centro de Estudios Históricos. Sus líneas de investigación son la fiscalidad en el siglo XX y los usos del agua siglos XIX y XX, particularmente del norte de México.

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