Morelia, Mich., 6 de octubre del 2013.- El considerar a los animales como personas no humanas puede ser un camino para transitar de considerarlos como un objeto a sujeto del Derecho, ello cambiaría el espectro de protección de todos aquellos principios que fundamentan el bienestar animal y nos obligaría a establecer una serie de trabajos jurídicos e institucionales que protegieran el adecuado desarrollo de otras especies diferentes a la nuestra pero iguales en necesidades y en esquemas jurídicos de protección, así lo aseguró la Secretaria Auxiliar de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Rosa María de la Torre Torres, en su participación en el coloquio “Animales en mente. Escuchar, entender, responder”.
En su reflexión dentro del último panel titulado “Animales no humanos. Sus formas de existencia, reconocimiento en normas y leyes para su uso y protección”, aseveró que existen opciones variables de los trabajos jurídicos institucionales para proteger a los animales como la inclusión al código penal, que pretende tener una función sancionadora y preventiva, es decir, que no se piensa incorporarlo como un delito que criminalice la conducta de los humanos sino que la tipifique para en su caso proporcionarle la atención necesaria.
Destacó que si bien en la mayoría de los casos la pregunta ¿son los animales personas? obtiene respuestas negativas, en la práctica del Derecho pueden existir personas no humanas como personas jurídicas colectivas o personas morales, instituciones dotadas de derechos y obligaciones, que son ficciones creadas por el propio Derecho pero que nos sirven para armonizarnos de alguna u otra manera y que son representadas por una persona o un grupo de personas.
“El derecho se encuentra en esta polémica y debe de dar solución; cada vez somos más los intolerantes a la crueldad humana en todas sus expresiones, incluyendo la crueldad en la violencia hacia los animales”, enfatizó.
Por su parte el doctor de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Salvador Arellano, consideró que mucha de la explotación y no reconocimiento de otras formas de vida obedece a una idea sacralizada por parte del ser humano, sin embargo, podemos encontrar que los elementos que nos constituyen como seres humanos son inventos como la racionalidad que nos caracteriza; siendo así, debemos reconocer que los seres no humanos también carecen de esencia y merecen nuestro respeto y humildad pues somos seres finito y falibles que buscamos tener una existencia felicitante.
Finalmente el doctor nicolaita Orlando Aragón, manifestó su rechazo por la inclusión del maltrato animal en el Derecho Penal, pues asegura que el calificarlo como delito, no les da ninguna facultad a los animales pero sí un empoderamiento al Estado para aplicarlo en contra de personas que incluso se ayudan para vivir de los animales.
Es por ello que se dijo un opositor en esta demanda, porque el Estado tiene una serie de instrumentos para la criminializacion de la gente e incrementar más el estado penal podría representar un riesgo para la sociedad.
Después de reflexionar en este espacio que invitó a los activistas, investigadores y público en general a encontrar una salida para el reconocimiento de aquellos que aunque no son humanos son iguales a nosotros en dignidad y que merecen que el Derecho a través de todas sus formas se los reconozca, los catedráticos concluyeron que vivimos en una sociedad permeada de principios y convicciones, y que a pesar de que somos seres normativos sería riesgoso pensar solo en normas de tipo judicial, por lo que resulta importante trabajar en todos los tipos de normas como las religiosas, técnicas, éticas y jurídicas para lograr un verdadero avance en el tema.
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