Morelia , Mich., 25 de julio del 2014.- Hablar de la responsabilidad social desde una universidad, implica que se asume todo un proceso por parte de la comunidad universitaria para educar, enseñar e investigar teniendo en cuenta el entorno social y los beneficios que podrá tener la comunidad con el quehacer universitario, desde ese punto de vista el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, (CONACYT), debería incluir dentro de sus tablas de evaluación los criterios de responsabilidad social, tanto para otorgar apoyos a las instituciones, como a los investigadores comprometidos con la sociedad, externó el filósofo francés François Vallaeys, Consultor Internacional en Responsabilidad Social, quien desde hace un par de años trabaja con la Universidad Michoacana de San Nicoloás de Hidalgo (UMSNH), para conformar el programa denominado “Hacia una Universidad Social Ambientalmente Responsable”.
En entrevista, señaló que toda responsabilidad social es colectiva, “ no se le puede decir al profesor en lo individual que sea socialmente responsable, ya que actualmente existen muchos catedráticos en las universidades públicas de latinoamérica que elaboran proyectos con contenido social para trabajar en comunidades indígenas o marginadas, en donde sin importar la rama de la ciencia que puede ser desde las Humanidades o la Ingeniería, no reciben los apoyos que debieran por parte de instancias que consideran de poco fondo dichas investigaciones”.
Las universidades, prosiguió, “deben empujar para que los criterios de responsabilidad social se incluyan como parte de los requisitos para el apoyo financiero en las investigaciones. El día que para acreditar una carrera, fuera necesario que el proyecto tenga un contenido social, ese día mi función como filósofo vinculado a la realidad social, habría concluido con éxito”.
Las instancias de apoyo a la investigación, las universidades, necesitan tomar en cuenta dentro de la trayectoria profesional y fomentar los proyectos de docentes e investigadores que incluyan criterios de responsabilidad social, afirmó el también consultor en temas de Responsabilidad Social Universitaria; “en este aspecto, en México estamos comenzando. Muchos profesores trabajan con los alumnos en proyectos de trasfondo social, pero falta el reconocimiento y la visión global de este concepto”.
Yo soy un filósofo y tengo que trabajar porque ese conocimiento no sea infértil, sino que pueda aplicarse al salir de mi disciplina, reconoció François Vallaeys, “para ello tengo que hacer un esfuerzo extra y salir de mi área de conocimiento, aprender de sistemas de ecología, ciencias exactas, ingeniería, para ver los problemas reales en la sociedad y ver cómo puedo ayudar desde mis posiblidades filosóficas, lo cual debiera ocurrir con todos los especialistas en diversas áreas del conocimiento: tener una visión multidisciplinaria”.
Para incidir en la realidad social y decir que somos socialmente responsables, concluyó el consultor, necesitamos una ética de tres dimensiones: la personal, la social y la de la especie humana.
“Si quitas una no servirá el esfuerzo, ya que perderá su dimensión, si aislas cada una y resuelves como individuo, por ejemplo, el esfuerzo de investigación queda aisaldo, si lo haces en comunidad es posible que incida, siempre y cuando tengas la visión que globalmente la humanidad está dando a problemáticas como la biodiversidad, el respeto a la vida, el calentamiento global, la falta de alimentos, la pobreza, etc”.
“El mundo es complejo y necesitamos asociarnos para poder asumirlo como un conjunto de seres humanos con pensamiento diferente, sin perder el punto de vista personal, que enriquece al grupal, pero actuando colectivamente”, concluyó.
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