Al igual que la UMSNH, Morelia ha sido y es cuna de héroes y crisol de pensadores

Al-igual-que-la-UMSNH,-Morelia-ha-sido-y-es-cuna-de-héroes-y-crisol-de-pensadores

Morelia, Mich., 12 de septiembre de 2014.- En cumplimiento al Bando Solemne que con motivo de las Fiestas Patrias se instaló este primero de Septiembre, hoy por la mañana se llevó a cabo en la Plaza de Valladolid, la ceremonia alusiva al cambio de nombre de nuestra ciudad capital de Valladolid a Morelia.

El orador oficial del evento fue el Rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, (UMSNH), quien apuntaló a nuestra Máxima Casa de Estudios, en aquel entonces el Colegio de San Nicolás Obispo, como la cuna de héroes que transformaron a partir de su conocimiento y reflexiones, la vida en nuestro país.

A continuación el texto íntegro de su intervención:

Quisiera agradecer en primer término la invitación que me hizo el Cabildo del Honorable Ayuntamiento de Morelia, para participar hoy como orador en la conmemoración de este suceso tan trascendente para la historia de Michoacán y de México.

El mes patrio tiene sin duda, varias fechas que nos vinculan en el presente con nuestra historia y el hecho sobre el cual reflexionamos hoy, no es la excepción.

Dicen que la historia no da lecciones, pero ignorarla sería transitar sin raíces, sin sentido de pertenencia y significado de lo que hoy somos; por ello es importante tener fechas cívicas, momentos de reflexión sobre aquello que ocurrió a nuestros antecesores en el lugar donde vivimos, para poder entender nuestra realidad.

Hablar del cambio de nombre de nuestra ciudad capital de Valladolid a Morelia, implica hablar del inicio de una nueva época en la vida nacional, que inicia, como otros hechos memorables para los mexicanos, en Michoacán.

De acuerdo a la visión de algunos historiadores, el cambio de nombre que tuvo nuestra ciudad desde su denominación precolombina de Guayangareo, hasta la hoy Morelia, tiene sus antecedentes en el proyecto de población al que respondió en diferentes momentos de su historia.

Antes de la conquista española los purépechas asentados en la zona lacustre de Pátzcuaro le llamaron Valle de Guayangareo, que significa “loma larga y achatada”. Vale decir que en esas épocas, era Pátzcuaro por su cercanía con el lago, el centro poblacional más importante en el estado.

Después de la conquista española, el Virrey Antonio de Mendoza, en 1541 la nombró Nueva Ciudad de Mechoacán, para distinguir esta ciudad, de otras poblaciones grandes también en cuanto a número de habitantes y movimiento comercial que ya existían: Tzintzuntzan y Pátzcuaro que también se podían haber reconocido como la capital del estado.

El proyecto de “Nueva ciudad de Mechoacán”, respondía al ideal de los primeros pobladores hispanos por conformar una ciudad de provincia, con todos los apoyos y privilegios para los españoles y los criollos, construida por los indígenas, pero no hecha para que éstos habitaran en ella, tal como lo relata el historiador Carlos Herrejón.

Posteriormente, al trasladarse la sede del obispado de Pátzcuaro a la Ciudad de Mechoacán y por disputas durante casi 40 años con la Ciudad de Pátzcuaro, a la cual sus pobladores querían erigirla como la capital del estado, en 1578 adquirió el nombre de Ciudad de Valladolid.

Sus pobladores, respondían a un proyecto de vida comercial, principalmente españoles, que se desplazaban a las minas de Guanajuato, a las villas de Celaya, Zamora y León, pueblos que pertenecían también al obispado de Mechoacán, mismos que fueron los principales actores del flujo económico que llegaba a la recientemente nombrada capital del estado.

Así, a lo largo del tiempo, Valladolid, concentró los poderes de gobierno y de la iglesia católica, convirtiéndose en una capital civil y eclesiástica, sede de un colegio y de numerosos conventos sostenidos por generosos diezmos, con una población dominante española y criolla.

Esta próspera población, centró las actividades de sus jóvenes en el estudio de la Teología, la Filosofía y la Ética en el Colegio de San Nicolás Obispo, fundado en Pátzcuaro en 1540 por Don Vasco de Quiroga y trasladado a Valladolid en 1580, fusionándolo con el Colegio de San Miguel Guayangareo.

Valladolid iba fortaleciéndose en cuanto a pensadores y jóvenes ideólogos, que en las aulas de su Alma Mater, discutían sobre la igualdad, la fraternidad y la libertad, con una formación altamente humanista. De allí que en sus aulas se forjaran quienes fueron los principales promotores del movimiento independiente de México.

Entre los más importantes próceres de la Patria, además de Don José María Morelos, estuvieron conviviendo en Valladolid, la joven Josefa Ortiz de Domínguez, Agustín de Iturbide Arámburu, José María Anzorena, Vicente Santa María y José Mariano Michelena, entre otros. En ese tiempo, Miguel Hidalgo y Costilla era catedrático del Colegio de San Nicolás Obispo y se dice que fue maestro del joven sacerdote José María Morelos.

Así Valladolid se transformó en la cuna intelectual del movimiento independiente de México, que después de una lucha que se extendió por todo el país, logró su independencia de España, para convertirse en una nación libre y soberana.

Morelos fue sobresaliente durante el movimiento independentista no sólo en el campo de batalla, sino también en el de las ideas, su reconocimiento trascendió los límites del territorio mexicano, al punto que su actuar llegó hasta oídos del General y Emperador francés Napoleón Bonaparte, quien algunos historiadores afirman que exclamó: “Con tres Morelos, dominaría el mundo”.

Sin duda, una de las fuentes principales para estos cambios fue el contar con una Máxima Casa de Estudios como lo fue en su momento el hoy Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo, primera piedra fundamental de nuestra Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Fue en el Segundo Congreso Constituyente de Valladolid, donde se propuso modificar el nombre de la ciudad, principalmente para quitar de la memoria de un pueblo libre, los tres siglos de opresión que sufrió por parte de la corona española.

Se manejaron varios nombres: Ciudad Morelos, Patria de Morelos, para finalmente optar por el de Morelia en honor de José María Morelos, cuyo nombre se utilizó legalmente a partir del 12 de septiembre de 1828.

Morelia, ciudad de hombres libres, en donde surgió por una parte el amor por el saber y por otra el amor por la igualdad, a través de los años demostró ser cuna de nuevos ideales de democracia para el país.

Como podemos apreciar en la Historia, las grandes transformaciones sociales y económicas, se dan a partir de ideas que rompen con los paradigmas del pasado y trazan nuevos caminos para la humanidad.

El cambio de nombre de nuestra ciudad capital de Valladolid a Morelia, significó el reconocimiento de una nueva generación de michoacanos: libres, pensantes, transformadores de su realidad, que a costa incluso de sus vidas, lograron cambiar el rumbo de su país y hacer de México una nación libre y soberana, con leyes que garantizan la igualdad entre sus habitantes.

Esa fuerza transformadora, a pesar de los siglos que han pasado desde entonces, sigue presente en Morelia, no sólo por ser el origen de movimientos políticos democratizantes y de modelos sociales de desarrollo en el país, también en el campo de la ciencia y la investigación, en la ingeniería aplicada al campo, al bosque, a la industria. Los morelianos que siguen impulsando el cambio, se forjaron en las aulas de la Universidad Michoacana, lo cual debe ser motivo de orgullo para todos.

El recordar a la antigua Valladolid, hoy Morelia, como cuna de la Independencia, nos remite directamente al lema de nuestra Universidad: “Cuna de Héroes, Crisol de Pensadores”; y así como lo he repetido muchas veces a los alumnos y maestros de nuestra Universidad Michoacana, también a los morelianos se los digo hoy: sólo nos falta creérnosla, tener confianza en nosotros mismos.

Hoy en la capital de Michoacán, se toman decisiones trascendentes para sobrellevar la crisis económica y social que aunque no es exclusiva de nuestra entidad, sí nos ha afectado de forma importante en las esferas de la economía y la tranquilidad de los michoacanos, pero ante ello no podemos sentirnos abatidos ni derrotados.

Como Nicolaita, sigo pensando que el ser Cuna de Héroes y Crisol de Pensadores, no es exclusivo de las aulas de la universidad: es Morelia en su conjunto, el centro de donde confluyen ideas que impulsan en gran medida, el cambio en el desarrollo económico, político y social de nuestro país.

Morelia, es capital donde convergen la cultura, el arte y el saber, el espíritu de don José María Morelos sigue vivo generación tras generación.

Somos nosotros mismos quienes tenemos la respuesta: en nuestro espíritu de libertad en contra de la opresión, en contra de la injusticia hacia el débil, en las ideas de avanzada que nos permitirán proponer nuevos caminos políticos, económicos y sociales para salir adelante.

Señoras y señores,

El día de hoy, al conmemorar el cambio de denominación de nuestra ciudad, honrando a su hijo más célebre, tengo la convicción de que si algo puede dejarnos el ejemplo de Don José María Morelos y de los demás héroes nacionales y de nuestra Universidad es la certeza de que el mayor poder de cambiar las cosas está en nosotros mismos. De allí que con mi modesta intervención del día de hoy, invito a ustedes que me escuchan a continuar transformando nuestra realidad y a sentar las bases de un futuro mejor para todos. Todo depende de nosotros mismos, de nuestro trabajo, de nuestra convicción, de nuestra identidad; permítaseme terminar con una frase que, aunque se refiere particularmente a nuestra Universidad, pudiéramos extrapolarla a nuestra ciudad y a nuestro estado.

¡Creo en mí, soy nicolaita!

***************

Síguenos en Facebook: Universidad Michoacana Prensa

Twitter: @UMSNHOficial

 

Pilar Avila

Coordinadora de Prensa

UMSNH

Tel. 3.16.74.38

Cel. 44 32 72 55 07

Skip to content