Morelia, Michoacán, a 17 de septiembre de 2015.- La Responsabilidad Social no es una tendencia, es un replanteamiento de una forma de vida, que para la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo implica que cada uno de los miembros de la comunidad se vea involucrada como agente transformador en la realidad del territorio en el cual se encuentra inserta.
Durante la conferencia “Papel de la Universidad en la construcción de un territorio responsable”, dictada por el consultor de la UNESCO para el Observatorio de Responsabilidad Social para América Latina y el Caribe (ORSLAC), Víctor Rafael Martín Fiorino, expuso ante los participantes del II Módulo del Diplomado de Responsabilidad Social Territorial, el proceso que debe vivir la UMSNH para transformarse de una institución que genera conocimiento a un agente de responsabilidad social en transición, asociada con los gobiernos y organizaciones sociales.
Invitado por la Secretaría General de la Casa de Hidalgo, a través del Programa de Responsabilidad Social Universitaria (RSU), el investigador definió a la universidad, como el lugar específico para sembrar en la sociedad la ética, pasión y razón necesaria para que cada persona dentro de un territorio se sienta involucrada en la sustentabilidad, no como partidario de una ideología sino como agente activo del tránsito necesario hacia la misma, afirmó el investigador Martín Fiorino, al externar que hace 20 años la UNESCO planteó la RSU como un proceso de rehumanización de la sociedad, en la que el individuo comprende que su vida tiene sentido, pertenece a un territorio ya que conforma un tejido social en el que le importa la realidad del otro, se involucra en el bienestar del otro y tiene una visión de conjunto de hacia dónde camina esa sociedad en su proceso de desarrollo.
En este contexto, prosiguió, la universidad debe contribuir a la conformación de un territorio responsable, sin sustituir a otros actores como la empresa y el gobierno, a través de alianzas que fortalezca sus aportaciones, esto es, el conocimiento que se genera en la UMSNH, debe ponerse al servicio de la sociedad, no sólo con vinculación, divulgación y otras acciones que ya se realizan en la misma, sino retroalimentándose del efecto que sus proyectos de acción tienen en el sector social al que impactan.
No se trata de aplicar proyectos para una mejor producción agrícola, ejemplificó, sino dar el acompañamiento necesario durante todo el desarrollo, para regresar a la universidad (fuente del conocimiento) y modificar para mejorar el proyecto, a la vez que involucra a los beneficiarios del mismo para convertirlos en nuevos agentes transformadores.
Hoy la Universidad Michoacana, está en un proceso de gestión, definió, en el que necesita hacer estudios para retroalimentarse en cuanto al cumplimiento de su misión, visión y valores, de manera que éstos sienten las bases para que proyecte no sólo lo que es, sino lo que puede llegar a ser, no resignarse a una supervivencia financiera y mantenimiento del status quo, sino dar lo mejor de sí, para insertarse en la sociedad y aprender qué otras potencialidades tiene de acuerdo a lo que en la experiencia de la interacción social le dicte.
Víctor Rafael Martín Fiorino es doctor en Filosofía por la Universidad de Lovaina (Bélgica), su línea de investigación es la Ética Aplicada y la Filosofía Política. Además de ser consultor de la UNESCO ante la ORSLAC, en la sede central de Bogotá, Colombia, el doctor Fiorino funge como facilitador del BID en el área de Ética en la Gestión Pública; ha sido asesor, consultor y facilitador en programas que involucran a la universidad con empresas, gobierno y sociedad en: Italia, Bélgica, España, Argentina y Colombia, además de asesorarlas en cuanto su plataforma ética, política, organizacional y en materia de responsabilidad social.